Huelva quiere ser un gran laboratorio para las nuevas variedades de citricos
Hasta un millar de nuevas variedades de cítricos podrían ser ensayadas en Huelva y el resto de provincias citrícolas andaluzas (sobre todo Sevilla y Córdoba) en los próximos años por los denominados clubes, o agrupaciones de productores o empresas viveristas, que en unos casos invierten directamente en I+D+I y en otros importan material genético generado previamente en otros países, reservando sus patentes para España. Y es que de contar hace muy poco tiempo sólo con sota, caballo y rey en este sentido -es decir, prácticamente con un solo tipo de clementina y otro de naranja nave-, el número de nuevas variedades está ascendiendo vertiginosamente, existiendo en la actualidad más de un centenar.
Según los expertos, el sector citrícola va a estar marcado en los próximos años por un "fuerte boom" en materia varietal, aunque también coinciden en destacar que es "muy difícil" que la gran cantidad de nuevas variedades que van a surgir puedan ser evaluadas en nuestra provincia para conocer su adaptación.
Así lo puso de manifiesto el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa), de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, durante el transcurso de unas jornadas celebradas en Cartaya en las que se dio cita un centenar de citricultores onubenses y que se centraron en innovación tanto en materia varietal como en nuevas técnicas de cultivo en el sector citrícola. También se pretendió ofrecer al sector las principales novedades y los resultados de los últimos estudios que se están desarrollando en estos campos.
Con respecto a nuevas variedades, Francisco Arenas, responsable del proyecto Transforma Cítricos, que desarrolla el Ifapa en el centro Las Torres-Tomejil de Alcalá del Río (Sevilla), destacó que incorporar nuevas variedades supone para los agricultores "enormes esfuerzos e inversiones" por los gastos que conlleva preparar las fincas y los terrenos, y por tener que adoptar nuevos tratamientos y manejos en los sistemas de cultivo. Es por ello por lo que pidió en nombre del sector a los representantes de los principales clubes de nuestro país "que realicen ensayos en nuestra provincia, y no en California o Florida", al objeto de que las nuevas variedades "estén bien contrastadas y se conozca perfectamente su adaptación a las condiciones de nuestro campo". Según prosiguió "allí podrían adaptarse bien las nuevas variedades, pero habría que saber cómo responden en Huelva y en el resto de provincias productoras andaluzas antes de ser incorporadas por nuestros agricultores, para que cuando éstos inviertan en sus fincas y gasten en royalties para adoptarlas, tengan la certeza de que la variedad en cuestión va a adaptarse con plenas garantías en cuanto a su relación calidad-precio".
Arenas también precisó que lo que está claro es que con las nuevas variedades se busca, sobre todo, "cubrir huecos de mercado en los que no tengamos rivales a nivel europeo". Una buena vía para ello, prosiguió, es "sacar el mayor número de producciones de las fechas de máxima concentración de oferta a base de variedades muy tempranas (en septiembre y octubre) o muy tardías". En lo que respecta a la naranja, hay bastantes posibilidades de llegar hasta junio, mientras que en mandarina lo ideal sería seguir produciendo a partir de febrero o marzo, cuando aún hay mercado.
No obstante, añadió que "aún es muy difícil predecir cuáles van a ser las nuevas variedades que terminen por imponerse en Huelva ya que cada club tiene una o dos muy buenas, aunque por lo general de trata de variedades del tipo triploide".
Otro de los asuntos en que hizo hincapié Arenas se centra en el manejo del cultivo. Concretamente, en la recolección mecánica y poda mecanizada de cítricos, lo cual "ya se da con éxito en países como Brasil o Estados Unidos", aunque según precisó se trata de equipos muy grandes y voluminosos que por el momento "no se adaptan a la orografía onubense". En este sentido, puso como ejemplo las pendientes que marcan el terreno en zonas como el Andévalo, así como la dificultosa orografía por la presencia de piedras, y que se trata de fincas relativamente pequeñas.
No obstante, añadió que desde el Ifapa se está trabajando en este sentido, sobre todo "desde el punto de vista de potenciar en nuestra zona una industria potente del zumo, y no secundaria como lo es actualmente nutriéndose básicamente de naranja de destrío". "Somos grandes exportadores de naranja de mesa -precisó- ya que de los 6 millones de toneladas que produce España, 3 salen al exterior y 1,2 son de destrío para uso industrial (zumo)". El problema, explica es que "el destrío proporciona zumo de peor calidad porque se trata de naranja que no cumple los requisitos exigidos para ello".
Por todo ello, actualmente el Ifapa trabaja en intentar adoptar variedades específicas para zumo (con más azúcar, más porcentaje de zumo y menos problemas de limonina), y producirlas en Huelva en óptimas condiciones para su recolección mecánica, "lo cual supone un importante ahorro de costes". No obstante, Arenas quiso dejar claro que "no se trata de restar jornales a Andalucía, sino a países como Brasil o EEUU incorporando lo que ellos ya producen y nos venden". En definitiva, añadió, con la recolección mecánica "se intenta implicar al sector de la industria en nuestra zona, que tiene excelentes cualidades para ello, y más teniendo en cuenta que en los actuales países productores de naranja de zumo se está dando un importante problema de polienfermedades". Para ello, concluye, "poseemos gran cantidad de cultivos extensivos centrados en productos como el algodón o los cereales, entre otros, que disponen de agua y suelos fértiles, y que podrían ser adaptados al cultivo de naranja para industria y sólo con recolección mecánica, lo cual aún no existe en España".
Estos aspectos y otros como el fomento de las producciones ecológicas y el control biológico de plagas, un subsector importante por lo que supone para zonas muy deprimidas donde las variedades y fincas son muy antiguas, y en las que el Ifapa está haciendo experimentación de transferencia y formación de agricultores, centran el proyecto Transforma Cítricos, que desarrolla actualmente el Ifapa y que fue presentado en Cartaya como una "apuesta por la modernización del sector citrícola andaluz".
Dicho proyecto, cuyo responsable es el propio Francisco Arenas, y que está cofinanciado con fondos europeos Feder y FSE, también pretende establecer y consolidar una red de transferencia de conocimientos y mejoras técnicas en el cultivo de los cítricos. En él trabaja un amplio equipo compuesto por personal investigador, técnicos especialistas y formadores, pertenecientes a los centros Ifapa de Sevilla, Almería, Churriana y Campanillas en Málaga, Palma del Río y Alameda del Obispo en Córdoba y Huelva, directamente implicados en el desarrollo de las diferentes líneas de actuación establecidas en el mismo y coordinadas desde el Ifapa Las Torres-Tomejil de Sevilla. La última línea de trabajo del proyecto se centra en la mejora de prácticas de cultivo que permitan la implantación de una citricultura más respetuosa con el medio ambiente, tales como el manejo eficiente del agua de riego, el control biológico de plagas, o uso de cubiertas vegetales, entre otras.