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DAÑOS EN LA AGRICULTURA CAUSADOS POR LA FAUNA

Ataques de la fauna silvestre

Cada día son más frecuentes los ataques de la fauna silvestre, tanto protegida (lobos, abejarucos, grullas, avutardas, buitres, meloncillos, etc… ) así como de la cinegética ( conejos, Jabalíes, ciervos, corzos, etc…) a las explotaciones agrícolas y ganadera, estas acumulan perdías perdida causadas por una especies que el propio agricultor no puede controlar por que están protegida por las leyes medioambientales o por la ley de caza, dejando al agricultor indefenso porque ninguna ley parece protegerlo a el.

Las distintas leyes conservacionistas que se han de arroyado protegiendo los hábitats de especies protegidas han dado su fruto y especies que hace unos años solo eran testimoniales han aumentado sus poblaciones de manera significativa. Esas políticas no habían contemplado que el aumento de esta poblaciones acarea problema en el entorno de sus hábitats y las consecuencias de este aumento de población lo están pagando os vecino de habitas que son los agricultores y ganaderos.

Por otro lado la fauna cinegética, regulada desde las comunidades autónomas por las diferentes leyes de caza autonómicas, que aunque están regulada en la mayoría de los casos defienden a los cazadores y a los cotos de caza con respecto a los agricultores que sufren daños por la fauna que se multiplica y propicia en los cotos de caza. Las sociedades de cazadores en su mayoría son entes abstractos que no se declaran insolventes a la hora de afrontar una indemnización y dejan de responsable subsidiario al propietario del terreno que en muchos casos es el agricultor o ganadero.

Desde Asaja se está impulsando una plataforma articulada desde un grupo de trabajo a nivel nacional para mantener conversaciones con el Ministerio de Agricultura y Medio ambiente y con las Comunidades Autónomas para que los animales que causan los daños se les puedan poner dueños y responsables, ya sean los cotos, que deben cumplir sus planes técnicos de caza o las administraciones en caso de especies protegida,  que deben estar en  las condiciones adecuadas para que esas especies no causen daños a los agricultores y ganaderos.